PRESENTACIÓN:
Esta es una copia exacta de las más impresionantes historias del mundo de la magia, totalmente reales. Estas historias han significado mucho para los magos, por lo tanto, deben ser conservadas. Una curiosidad es que este libro fue escrito por primera vez entre los años 1300 y 1400, pero puede haber historias actuales, ya que en sus páginas van apareciendo nuevas (Las historias no están en orden cronológico)
Número 1
El fénix dorado
Esta historia es muy particular, ya que, en vez de suceder hace mucho, sucedió hace bastante poco, 5 años exactamente, justo después de la caída de Lord Voldemort, en el año 2007.
Denya era feliz al fin, no entendía muy bien las cosas, pero sabía que era feliz. Era feliz porque ese chico, "el niño que sobrevivió", Harry Potter, había "destruido" al Innombrable... ah... claro... ella todavía no se acostumbraba, ahora que el estaba muerto su nombre se podía mencionar pero de todos modos, aunque hubieran pasado ya 3 meses, seguía temiendole. Denya estaba acostada en la cama de su habitación, en su casa, en Deep Deflet, un pueblito que esta dentro del Cañon de Feller, por esto el "Deep" (Que en español significa Profundo) en su nombre. Este pueblo estaba situado a 35 km de Little Whinging y muy pocos sabían de su existencia. Pensando en esta y muchas más cosas Denya Rotthel, se quedó dormida. Un tiempo después (ella sintió que muy poco) se despertó.
Abrió los ojos y lo primero que vio fue el techo de su habitación, todavía sin percatarse de qué la había despertado. Luego, entró en razón y oyó un extraño canto proveniente de afuera. Se asomó por la ventana, pero no pudo ver nada porque todavía no había ni una pizca de sol. Después de pensarlo mucho, decidió salir: tomó su varita, fue hasta la puerta principal y pronunció: Alohomora, deseando que no le hicieran una audiencia por eso. Al salir, encendió su varita con un Lumos y el silencio fue total, ese canto ya no se escuchaba y ni el viento hacía ruido. Intrigada, Denya se lanzó a caminar, despacio. Sentía como sus pantuflas con conejitos, que ahora dormían, se hundían en la hierba. Siguió caminando hasta sentir que pisaba algo duro, apuntó su varita hacia abajo y vio un cuadro con un hombre calvo durmiendo. Se agachó para agarrarlo y apenas lo tocó, una lluvia torrencial se desató. Denya no veía nada, y su varita se le cayó de la mano. Comenzó a granizar repentinamente, entonces se agachó y se cubrió la cabeza con las manos, sin abrir los ojos. Los relámpagos destellaban en la noche y la pobre Denya seguía ahí, tirada en la hierba, con los ojos cerrados. De repente escuchó la voz de su padre: ¡Denya!, llamaba: se había percatado de que ella no se encontraba en la casa, ahí fue que abrió los ojos, sólo podía ver un destello de luz: su varita. Fue hacía ella y la tomó, luego, sin que su intriga se hubiera disipado, gritó: ¡Accio retrato! , inmediatamente pudo ver como una silueta iba volando hacia ella. Lo agarró con fuerza y salió disparada en dirección a la voz de su padre, cada vez más desesperada. Sin saber como, una fuerza la empujó hacia adelante, y Denya se desmayó.
Se despertó en lo que le pareció que era la sala de su casa, solo que no pudo ver bien porque tenía la cara de su padre pegada a la suya. Denya se incorporó y quedó sentada en el sillón. Entonces, su padre la bombardeó con regaños y preguntas, ella dijo que no sabía nada, por lo que el supuso que había andado sonámbula, luego le dijo que a ella la había encontrado tirada y la había llevado a su casa, también le comentó que su varita estaba en la habitación, pero no dijo nada del cuadro. Denya fue corriendo a su cuarto y agarró su varita, que estaba en su mesa de luz. Desesperada por la curiosidad, volvió a decir: Accio Retrato, la ventana de su habitación se abrió y por ella entró el retrato, que fue a parar al suelo. Denya cerró bien la ventana y tocó con un dedo el cuadro, nada, con las dos manos, tampoco, así que se dispuso a tomarlo, pero... no podía despegarlo del suelo, intentó con magia, manualmente, hasta con un serrucho, no pudo separar el cuadro del cemento. Entonces lo vio, un pequeño broche estaba en el marco del cuadro, lo abrió, ahí el hombre calvo se despertó y le dijo: apunta hacia mi con tu varita y di Alohitture haciendo el mismo movimiento del Alohomora. Al instante Denya hizo eso, y al hacerlo, el cuadro se abrió como una puerta, dejando ver un hueco en el suelo, dentro de el, había una llave. Denya la agarró y apenas lo hizo, sintió que sabía que hacer.
Salió de su habitación corriendo y fue hacia la puerta del sótano, todo esto lo hizo sin saber que hacía exactamente, con un presentimiento muy fuerte dentro suyo que la impulsaba hacia allí.
Denya bajó al sótano y se dirigió hacia un cofre donde su padre guardaba antiguos objetos y lo abrió. Dentro del cofre Denya comenzó a buscar algo, buscó y buscó, hasta que lo encontró: una pequeña caja de madera con una cerradura en la que encajaba perfectamente la llave que había encontrado. La chica introdujo la llave y cuando estaba por girarla, su padre le gritó: ¿¡QUE ESTAS HACIENDO IDIOTA!? Lo siguiente fue oscuridad, Denya sintió como la mano de su padre la tomaba con una fuerza que la hizo gritar e instintivamente, lanzarle a esa mano un hechizo aturdidor. Su padre estaba como poseído, cosa que empeoro cuando Denya le lanzó el hechizo en la mano, así que, sin pensarlo dos veces, el señor Rotthel le lanzó el maleficio Cruciatus a su propia hija. La niña sintió mucho dolor, pero lo aguantó, y sin razon alguna fue corriendo hacia la caja, que estaba en el suelo, y la abrió. Dentro había un silbato muy extraño, Denya se puso a examinarlo, pero su padre la vio y le apuntó con su varita, entonces dijo "Avadakeda..." , justo en ese momento Denya hizo sonar el silbato e irrumpió por una ventana del sótano un enorme fénix dorado, Denya quedó fascinada, pero luego no cambió de expresión: el hechizo de su padre le dio de lleno en el pecho. Sí, Denya Rotthel estaba muerta, inerte, en el suelo, el fénix dorado vio a su nueva ama, la ama del silbato, y para vengarse se acercó al señor Rotthel, quien reía alocadamente y sus alas se transformaron en unas cuchillas que lo destriparon lentamente. Luego, el fénix se acerco al cadaver de de Denya, y lloró. Las lágrimas entraron por la boca abierta de la niña, y esta se comenzó a mover.
Aquella noche ocurrió un milagro: un animal mágico superó con su amor al maleficio asesino
FINAL ALTERNATIVO PARA LOS QUE NO LES GUSTÓ:
Luego, el fénix se acercó al cadaver de Denya, y lloró. Las lagrimas entraron por la boca de la niña y esta movió un brazo, pero después volvió a morir. El fénix había fallado, y moría junto a su última ama, en su última misión.
Próximo número: Se estrena el miércoles 1 de junio de 2011
Número 2
El ministerio de la magia, su lado oscuro
